Lápiz de grafito
El lápiz de grafito
Uno de los
elementos básicos y fundamentales con el que todos comenzamos a experimentar en
el mundo del dibujo, es sin lugar a dudas, el lápiz, por eso vamos a dedicarle
un espacio a este pequeño pero versátil elemento.
Para dibujar apenas se requiere otra cosa que un lápiz y un papel por toda herramienta. Ahora bien, el conocimiento de las técnicas y la constancia y exploración de sus posibilidades expresivas proporcionan una gama creciente de métodos y herramientas especializadas con los que practicar, si bien cada uno de los diferentes medios de dibujo desarrolla su técnica particular y requiere sus propios instrumentos.
El término genérico lápiz, por ejemplo, abarca una extensa variedad de modalidades que incluye, entre otros, lápices duros, blandos, de mina de grafito, de mina de carbón, lápices grasos, de colores, pasteles, etc.
Lápiz de grafito: Este sencillo y útil instrumento ocupa el primer lugar entre los que pueden considerarse de necesidad imprescindible en las artes. Teniendo lápiz, se puede dar forma gráfica al pensamiento.
La invención del lápiz, es relativamente moderna, y la gloria que de ella pueda redundar se atribuye, por una parte, a Gaspar Faber, quien, en 1761, estableció la fabricación de lápices en Stein Nuremberg, y por otra, no falta quien sostiene, con fundadas razones, que el lápiz de grafito, casi con el grado de perfección que hoy alcanza, fue inventado en Francia por N.J. Conté, célebre ingeniero químico, en el año 1794.
El tipo más corriente de lápiz consiste en un cilindro de madera de cedro, de 8 milímetros de diámetro y 177 milímetros de largo. Siguiendo la dirección del eje, lleva embutida una barrita compuesta de grafito y arcilla, cuya pasta, sometida a la acción del calor, adquiere cohesión y, lo que es más importante, el grado de dureza que a la clasificación del lápiz debe corresponder.
Un lápiz se considera de buena calidad cuando la barrita o mina es homogénea y resistente con relación a su grado, y cuando la madera, que suele ser de cedro rojo, se corta con facilidad.
Los lápices se clasifican por la dureza de la mina. Los de mina dura tienen la letra H, los de dureza media tienen la letra HB (o F) y los blandos tienen la letra B. La lista completa va por tanto del numeral 9H al 2H, H, F, HB, B, 2B, al 9B. Como norma general, los más usuales son 2H (bocetaje con línea fácil de borrar), HB (muy versátil porque posee las características de los duros y los blandos a la vez), 2B, 5B y 8B (para sombrear y lograr tonalidades oscuras bastantes intensas).
Después de esta pequeña descripción del lápiz de grafito, ahora, lo único que tenemos que hacer, es buscar uno y ponernos a ¡dibujar! ¿Quién se anima?
Para dibujar apenas se requiere otra cosa que un lápiz y un papel por toda herramienta. Ahora bien, el conocimiento de las técnicas y la constancia y exploración de sus posibilidades expresivas proporcionan una gama creciente de métodos y herramientas especializadas con los que practicar, si bien cada uno de los diferentes medios de dibujo desarrolla su técnica particular y requiere sus propios instrumentos.
El término genérico lápiz, por ejemplo, abarca una extensa variedad de modalidades que incluye, entre otros, lápices duros, blandos, de mina de grafito, de mina de carbón, lápices grasos, de colores, pasteles, etc.
Lápiz de grafito: Este sencillo y útil instrumento ocupa el primer lugar entre los que pueden considerarse de necesidad imprescindible en las artes. Teniendo lápiz, se puede dar forma gráfica al pensamiento.
La invención del lápiz, es relativamente moderna, y la gloria que de ella pueda redundar se atribuye, por una parte, a Gaspar Faber, quien, en 1761, estableció la fabricación de lápices en Stein Nuremberg, y por otra, no falta quien sostiene, con fundadas razones, que el lápiz de grafito, casi con el grado de perfección que hoy alcanza, fue inventado en Francia por N.J. Conté, célebre ingeniero químico, en el año 1794.
El tipo más corriente de lápiz consiste en un cilindro de madera de cedro, de 8 milímetros de diámetro y 177 milímetros de largo. Siguiendo la dirección del eje, lleva embutida una barrita compuesta de grafito y arcilla, cuya pasta, sometida a la acción del calor, adquiere cohesión y, lo que es más importante, el grado de dureza que a la clasificación del lápiz debe corresponder.
Un lápiz se considera de buena calidad cuando la barrita o mina es homogénea y resistente con relación a su grado, y cuando la madera, que suele ser de cedro rojo, se corta con facilidad.
Los lápices se clasifican por la dureza de la mina. Los de mina dura tienen la letra H, los de dureza media tienen la letra HB (o F) y los blandos tienen la letra B. La lista completa va por tanto del numeral 9H al 2H, H, F, HB, B, 2B, al 9B. Como norma general, los más usuales son 2H (bocetaje con línea fácil de borrar), HB (muy versátil porque posee las características de los duros y los blandos a la vez), 2B, 5B y 8B (para sombrear y lograr tonalidades oscuras bastantes intensas).
Después de esta pequeña descripción del lápiz de grafito, ahora, lo único que tenemos que hacer, es buscar uno y ponernos a ¡dibujar! ¿Quién se anima?
Información sacada de los libros:
-101 técnicas dibujo ed. parramón
-Técnica del dibujo ed.Gustavo Gili, S.A.
Dos de mis dibujos hechos a lápiz, si les apetece, pueden compartir los suyos.
Comentarios
Publicar un comentario